“El tribunal condenó al médico que me hizo daño”: periodista Lorena Beltrán

Cinco años después de emprender una improbable batalla jurídica en varios frentes, en contra de un conocido médico que todavía ejerce, que ofrece cirugías estéticas y que desfiguró partes de su cuerpo, la joven comunicadora, en ese momento de apenas 21 años de edad, ha obtenido un triunfo: Francisco Sales Puccini fue sancionado, en segunda instancia, a reparar económicamente a la víctima.

Fuente: Periódico El Espectador.

Lorena Beltrán destaca que se reconocieron el dolor y el daño moral causados a ella y a su mamá. / Gustavo Torrijos

Lorena Beltrán destaca que se reconocieron el dolor y el daño moral causados a ella y a su mamá.

Para contexto de quienes no recuerdan los detalles de su historia y su lucha, por favor, resuma lo que le sucedió. ¿Cómo se llama el cirujano que la operó y con cuáles resultados sobre su cuerpo?

En julio de 2014 me sometí a una cirugía para reducir el tamaño de mis senos con Francisco Sales Puccini, quien se presentó como cirujano plástico. Debido a que el resultado no fue nada satisfactorio, en junio de 2015 él me intervino otra vez, pero este nuevo “remedio” fue peor que la enfermedad: mis senos quedaron asimétricos, tenía cicatrices muy largas, más de lo usual, las heridas no cerraban y de esas heridas salía materia líquida. Entre otros “consejos”, Sales Puccini me decía que usara toallas higiénicas en el brasier para que no me alarmara. Ese tipo de comentarios me produjeron sospecha. Y tenía razón: junto con varios periodistas investigamos el origen de sus títulos -convalidados por el Ministerio de Educación Nacional, pues había acreditado unos estudios en el exterior-. Así encontramos y revelamos presuntas irregularidades en su formación profesional y en las de otros médicos. Así empezó esta lucha.

Usted se sometió a dos cirugías: mastopexia y mamoplastia de reducción, según está documentado. ¿En qué consisten y cuáles resultados estéticos pretendía conseguir?

La mamoplastia de reducción es una cirugía que busca reducir el volumen de los senos. La mastopexia se realiza cuando el seno está muy caído y se quiere levantar y posicionar el complejo pezón-areola. Yo necesitaba las dos cirugías, pues el tejido natural de mis senos era muy grande y no me gustaba mi apariencia ni soportaba el dolor de espalda. Sin embargo, el médico me convenció de que necesitaba implantes de silicona que hacen el efecto contrario: aumentan volumen. No entendía por qué, pero en ese momento no dudé de su criterio. Lo peor es que usó, en mí, una marca barata de implantes que ya ha sido restringida en algunos países.

Encuentro, en la documentación, otro término: “resección de cicatriz”, una tercera cirugía a la que usted se sometió, un año después, con el mismo médico a pesar de que él ya había dañado su cuerpo. ¿En qué consistía esta nueva operación y por qué permitió que él volviera a intervenirla?

Es una cirugía para mejorar o reducir la apariencia de las cicatrices. Me sometí a esa cirugía con él porque, en aquella época, no había dudas sobre sus títulos y porque el médico es una figura de autoridad. Ante el pésimo resultado de la primera intervención, él me propuso esta segunda cirugía para “corregir” lo que estaba mal. Le creí. Sin embargo, el resultado fue peor. No lo digo yo, sino que se expuso en las pruebas aportadas al proceso: senos asimétricos, implantes baratos, cicatrices extensas, más de lo normal. Por fortuna, en mi cirugía reconstructiva, esta sí con un especialista en cirugía plástica, el resultado fue completamente diferente. Hoy las cicatrices son casi imperceptibles.

¿Cuándo se enfrentó judicialmente con Sales Puccini y cuántos procesos interpuso en contra de ese médico?

En el año 2017 decidí enfrentar esta batalla jurídica sin tener recursos para buscar quién me orientara ni qué se venía. Entonces recibí, providencialmente, el apoyo desinteresado de los abogados Maximiliano Rodríguez y David Sotomonte. Ellos lideraron el proceso de responsabilidad civil en el que hace unos días fue condenado Sales Puccini. El Tribunal Superior de Bogotá encontró que el médico actuó de manera negligente. También interpuse una tutela, pues no contento con destrozar mis senos, el médico divulgó, a terceros, mi historia clínica. Dicha tutela fue fallada a mi favor con la orientación del penalista Alejandro Cadena, quien a su vez interpuso, contra ese mismo médico, un proceso disciplinario ante el Tribunal de Ética Médica. Este es el caso en que me he sentido más vulnerada como víctima.

Divulgar historias clínicas de pacientes es una grave falta a los deberes morales de los profesionales de la salud. ¿El Tribunal de Ética Médica no lo sancionó?

Aunque el Tribunal de Ética Médica le había formulado pliego de cargos, con toda desvergüenza, miembros de esa entidad nos dijeron que la fecha de caducidad impedía continuar el proceso. En realidad, formularon cargos, no volvieron a mirar el caso y permitieron que llegara la prescripción. Presentamos una nulidad a esa decisión porque ni siquiera nos la notificaron, pero fue inútil. Allí hubo una clara solidaridad del gremio médico.

¿Cuántos de todos los procesos interpuestos por usted han tenido desarrollo judicial serio, cuántos han llegado a sentencia definitiva y cuántos siguen esperando a que los investigadores los muevan?

Como dije, recientemente se dictó fallo de segunda instancia en el proceso civil, de condena a Francisco Sales Puccini. Según esta decisión definitiva, él debe repararme económicamente por el daño moral que me causó y por parte de los gastos en que he tenido que incurrir a raíz de lo que me sucedió en esas cirugías. El Tribunal Superior de Bogotá encontró probada su negligencia y por eso lo condena. Junto con la tutela que mencioné, son las únicas respuestas judiciales que he recibido.

No es poca cosa. ¿Por qué parece estar inconforme?

Porque aunque la Fiscalía le imputó cargos a él, a su hermano Carlos Sales Puccini y a otros cuatro médicos sobre todos los cuales existen serias dudas en la legitimidad de sus títulos como especialistas en cirugía plástica, el proceso penal contra Francisco Sales Puccini también está en riesgo de prescribir. Se inició hace cinco años y, en la primera semana de este mes, continuaban las audiencias. Estos médicos contratan abogados como Jaime Granados, que dilatan el desarrollo de los casos con estrategias ya conocidas. Por eso temo por el futuro de mi denuncia.

Entre las demandantes en el proceso civil que acaba de cerrarse con fallo de segunda instancia a su favor hay otra persona. ¿Quién es ella y por qué compartía sus pretensiones?

La segunda demandante es mi mamá. Fue mi acompañante durante el procedimiento y mi apoyo en el calvario que viví cuando trataba de recuperar mi vida normal; ella compartió conmigo el dolor físico y emocional que padecí durante meses. Las consecuencias, en su estado de ánimo, fueron reconocidas por el Tribunal.

Exactamente, ¿cuáles fueron sus argumentos para entablar una demanda civil contra el médico Sales Puccini?

En nuestro caso alegamos la responsabilidad del médico derivada de los daños morales y materiales que me causó a mí y a mi mamá como consecuencia de los procedimientos quirúrgicos que me realizó Sales Puccini con desconocimiento de las prácticas aceptadas en la materia. Esos procedimientos realizados, como lo ratificó el Tribunal, no cumplieron con la lex artis, entendida esta como el conjunto de prácticas médicas aceptadas como adecuadas para tratar al paciente. Además, se le probó al Tribunal que el médico Sales Puccini no me informó debidamente sobre los riesgos a los que me enfrentaba con las cirugías realizadas, no diligenció de manera adecuada la historia clínica, la suministró indebidamente a terceros y me recetó medicamentos que, en lugar de mejorarme, lo único que hicieron fue empeorar mi situación. Ante la prueba de todo ello se condenó al médico al pago de los daños materiales y morales reclamados.

¿Cuánto, de lo solicitado por usted, le concedió la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá?

Reclamamos los perjuicios morales y materiales, los cuales fueron tasados por el Tribunal en una suma superior a los ochenta millones de pesos. Aunque es poco para el daño que hemos sufrido junto con mi madre, recibo esa decisión como un castigo que merece ese médico, aunque falta que le apliquen otras sanciones.

El demandado se opuso a sus pretensiones insistiendo en que los resultados de sus cirugías eran malos por culpa de usted debido a que “dejó de asistir a los controles posoperatorios y (a que) subió de peso…” Los magistrados que fallaron a su favor, ¿también tuvieron en cuenta los alegatos del médico y qué dijeron al respecto?

En las evidencias que aportamos se probó que yo no tenía ningún diagnóstico de obesidad, y en cualquier caso, de haber sido así, Sales Puccini no lo mencionó cuando habló de las cirugías ni abordó ese tema en mi historia clínica. Y ese también es un comportamiento negligente: no diligenciar oportunamente un documento tan importante -la historia clínica- que marca la hoja de ruta del tratamiento al que se someterá un paciente.

¿Cuántas opiniones médicas independientes sobre los resultados de las cirugías que el sancionado le practicó fueron incluidas en el proceso e incidieron en la decisión final del Tribunal a su favor?

Dos: unas, enfocadas a los daños físicos. El examen sobre lo sucedido fue realizado por el servicio de Cirugía Plástica del Hospital San José y fue atendido por especialistas del programa de cirugía plástica de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, el programa más antiguo que existe en esta materia en Latinoamérica. Las otras opiniones se enfocaron hacia el daño emocional. Las sustentó una perito experta en psicología forense.

En la sentencia de segunda instancia, ¿la Sala Civil del Tribunal de Bogotá tuvo en cuenta el daño psicológico que usted sufrió, no solo por sus problemas físicos de carácter estético, sino por el efecto adverso de medicamentos que Sales Puccini le recetó?

Sí. Nosotros presentamos, como prueba, el informe de la perito psicóloga en que se ratificaba que tanto los procedimientos como el tratamiento seguidos por el médico fueron determinantes del estrés postraumático que sufrí en su momento. Ese peritaje fue valorado positivamente por el Tribunal y, en consecuencia, se me otorgó como indemnización la suma que indiqué antes por los daños sufridos.

¿Cuáles partes del primer y segundo fallos, los dos a su favor, le dan mayor satisfacción moral?

Destaco, especialmente, el aparte en que se reconoce el dolor y el daño moral que padeció mi mamá.

En general, ¿usted se siente reparada con esta sentencia sobre la responsabilidad civil del médico Francisco Sales Puccini y cree que, al menos, la justicia civil fue eficaz en su caso?

Que un tribunal reconozca que Francisco Sales Puccini actuó de manera negligente es para mí un respaldo. Desde luego y no obstante este fallo, es necesario decir que aún falta mucho. Espero que no haya evasivas o estrategias del médico para evadir la reparación económica que le ordena la justicia. Este fallo ratifica la condena y aunque la reparación en dinero jamás me devolverá la tranquilidad que perdí o ciertos aspectos físicos de mi cuerpo, es una forma de justicia que, también hay que afirmarlo, no ha llegado a cientos de víctimas en Colombia. Espero que el juicio penal por las dudas que existen sobre sus títulos profesionales avance. Pero reitero que está a punto de prescribir por cuenta de las estrategias dilatorias.

Usted prácticamente se ha dedicado estos últimos años a dar una lucha contra las malas prácticas de cirujanos plásticos o estéticos, muchos de ellos falsos o poco profesionales. Después de tanto tiempo, ¿cree que valió la pena dedicarse a esa causa? ¿No la asalta la duda de que es una pelea perdida por la falta de justicia, la ausencia de resultados y la ambigüedad de las leyes de protección a las pacientes?

A diario me pregunto si ha valido la pena, pues desde cuando denuncié públicamente mi caso, he recibido amenazas, hostigamientos e insultos. Por otra parte, recibo decenas de mensajes de personas que me agradecen por alertarlas a tiempo y por poner, en conocimiento público, las malas prácticas médicas en esta área. Pero si una sola paciente se ha salvado de la muerte o de secuelas dolorosas como las que viví, entonces concluyo que ha valido la pena. Sin embargo, no dejo de temer por mi seguridad. La enorme industria de la belleza toca a gente poderosa. Y cuando empecé esta lucha, yo solo era una periodista de 21 años enfrentada a amenazas y abogados. Hoy soy una activista y mi única arma es mi propia voz.

No obstante los líos judiciales en que se han visto involucrados, ese médico y otros de la misma familia, ellos continúan practicando o promoviendo las cirugías plásticas o estéticas. ¿Cree que esta sanción constituye un castigo ejemplar o es solo un pequeño llamado de atención sin consecuencias mayores para él y sus prácticas?

No es para nada ejemplar, pues la decisión del Tribunal de Bogotá solo lo condena a repararme económicamente. Pero, insisto, el proceso penal, en donde se pone en duda su formación médica, no avanza o lo hace a paso de tortuga. Es allí en donde podría determinarse un castigo ejemplar en caso de encontrarlo culpable a él, a su hermano y a sus otros colegas indagados.

¿Significa que este médico continúa ejerciendo, ofreciendo y practicando cirugías como si nada?

Sí. Sales Puccini sigue ofreciendo servicios en redes sociales a pesar de que la jueza 76 de Control de Garantías de Bogotá le prohibió, en 2017, practicar cirugías plásticas hasta cuando terminara el juicio. Desconozco si la medida fue levantada, pero si no, estaría incurriendo en fraude a resolución judicial.

Se llama quedar impune. Después de lo que le ocurrió a usted, ¿conoce otras demandas contra este médico y sus familiares, y por cuáles hechos?

Claro que sí. Ha habido varios procesos en Fiscalía en contra de Sales Puccini y algunos ya prescribieron. Recuerdo, particularmente, el caso de una mujer que murió tras operarse con Francisco Sales Puccini. La familia de la víctima, la abogada Yadira Jiménez, le contó a Noticias Uno que Sales Puccini le ofrecía, mientras ella agonizaba, rezar junto con unos grupos de oración. El hermano del condenado, Carlos Elías Sales Puccini, también tiene varias demandas en su contra. En mayo de este año falleció una mujer a quien este médico le realizó una cirugía bariátrica. Antes de estos hechos, también la Corte Suprema le había ordenado a este cirujano pagar una indemnización a los familiares de un hombre que falleció después de una cirugía similar.

En conclusión, ¿no hay sanción o sentencia que valga para detener a estos cirujanos?

Pareciera que no.

Sales Puccini, a pagar por el daño que hizo

En la sentencia de segunda instancia de la Sala Civil del Tribunal superior de Bogotá, de fecha 10 de noviembre de este año, el magistrado ponente, Iván Darío Zuluaga Cardona, junto con sus otros colegas, resolvió “condenar al doctor Francisco Sales Puccini a pagar a la demandante Lorena Beltrán Rodríguez, por concepto de daño emergente pasado, la suma de seis millones ciento sesenta y seis mil seiscientos setenta y ocho pesos ($6.166.678,oo), y por daño emergente futuro, la suma de doce millones quinientos cuarenta y un mil cuatrocientos cuarenta y cinco pesos ($12.541.445,oo)…” El Tribunal resolvió, también, “condenar a Francisco Sales Puccini a pagar las siguiente sumas: para la demandante Lorena Beltrán Rodríguez, por concepto de daño moral, la suma de cincuenta millones de pesos ($50.000.000,oo). Para la demandante Janed Rodríguez Correa (madre de Lorena), por concepto de daño moral, la suma de quince millones de pesos ($15.000.000,oo).” Quedó estipulado, en el mismo fallo que las anteriores sumas de dinero “deberán ser canceladas a la parte demandante dentro en un plazo de diez días posteriores a la ejecutoria de esta sentencia”. Sin embargo, es posible que el médico no pague o que dilate el cumplimiento del fallo.

Informe forense definitivo para castigar al cirujano

Una perito forense conceptuó, dentro del proceso civil que la periodista víctima de malas cirugías estéticas interpuso contra el médico que la lesionó, que “(sufrió)trastorno de estrés postraumático sin síntomas disociativos” y que “la evaluada presentaba (ese) trastorno … como consecuencia de las afectaciones físicas posteriores a las dos cirugías practicadas por el doctor Sales Puccini, mostrando un estado mental alterado”. Según el informe forense acogido por el Tribunal Superior de Bogotá en su reciente sentencia, “la evaluada presenta síntomas de ansiedad y depresión que interfieren con su funcionamiento laboral, familiar y social” y que “como producto de su afectación física, ha sufrido alteraciones en su proyecto de vida y en su autoconcepto que inciden de forma negativa en sus relaciones personales…” Derivado de estos argumentos forenses, la Sala Civil del Tribunal de Bogotá indicó que “como consecuencia de los resultados insatisfactorios de los procedimientos estéticos realizados por el demandado, Lorena Beltrán … ha padecido dolor, pena, aflicción y desolación en sus sentimientos” y en sus relaciones sociales. Por tales motivos, Francisco Sales Puccini, cirujano todavía en pleno ejercicio de su profesión, fue condenado.

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